colinas azules

viernes, 16 de diciembre de 2011

De lecturas






Esto de andar a salto de mata es lo que tiene: menos tiempo para leer.

Los periódicos atrasados (no las novelas que me han impactado), claro que para lo que hay que leer en los diarios... Menos mal que algunos suplementos culturales pueden esperar. Es lo que me ha ocurrido con el de Babelia del sábado 10. Hasta hoy no he podido dedicarle el tiempo que merece y siempre empiezo por la página de Antonio Muñoz Molina. He disfrutado con su comentario sobre Madame Bobary (una de la muchas preferidas) y me he felicitado a mi misma, por esa coincidencia con el escritor, ya que estos días andaba yo a la zaga de Emma, después de haber terminado,también de releer, Ana Karenina. La feliz coincidencia me hace pensar con satisfacción, que no soy una trasnochada nostálgica que anda tras los valores escondidos en las novelas de los grandes autores.

El final de Muñoz Molina en su artículo en Babelia sobre Emma Bobary y Flaubert dice lo siguiente:



 " Y si no estuviera siempre tan ebria de novelas, versos y óperas, tal vez habría sabido averiguar a tiempo que su desgracia no la traería el amor, sino los engranages crueles del dinero, que entonces, igual que ahora, actúan  con perfecto sigilo bajo el ruido de la literatrura, de la política, de la religión de la propaganda. Emma Bobary es tan contemporánea nuestra que sucumbe bajo el peso monstruoso de una deuda que no puede pagar"

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