colinas azules

viernes, 18 de marzo de 2011

ALBA DEL AMANECER


Alba  del Amanecer, mayor de edad, soltera, de profesión iluminadora, con domicilio en el Universo, calle del cielo sin número
EXPONE:
Que al no retirarse el rocío de la noche a su hora habitual, está interfiriendo notablemente mi trabajo.
La selva llora cada mañana cuando no logro  traspasar las barreras que me impiden entrar en su espacio para iluminar el día.
 Las montañas suspiran  porque los lunares de las estrellas se quedan prendidos en su superficie y las mojan con su llanto.
Las olas se rompen sin control porque el universo no puede  con tanto peso.
El sol no puede iluminar con la misma intensidad puesto que el frío y la humedad empapan sus rayos impidiéndoles transmitir luz y calor.
 Por todo ello
SOLICITO:
 Que elaboren un programa de atención al amanecer, para que mi luz pueda penetrar en la selva, y trasmitir la ilusión de un nuevo día a todos los seres que la pueblan.
Un programa que contemple el limpio amanecer de las montañas, la alegría de las olas al estrellarse contra las rocas y la calidez del sol libre de humedad.

Es gracia que espero alcanzar del recto proceder de su sabiduría.

Alba del Amanecer.

El universo a 24 de enero de 2007

A QUIEN PROCEDA







5 comentarios:

Amadora dijo...

Las olas golpeaban las rocas con el alba, pero las nubes celosas impedían que el sol se bañara en ellas.

Muy bueno el poema del Alba Al amanecer, pero.....no sería alba si no amaneciera.

dorita dijo...

Amadora, gracias por el comentario y felicidades por inaugurar la nueva temporada cultural de nuestra ciudad. Te hemos echado de menos--nuca nos acostumbraremos a tus escapadas de invierno-- aunque también sabemos quesi no cortamos de vez en cuando la nueva monotonía de nuestras vidas, caeremos en sus redes doradas, pero redes. Un abrazo

Amadora dijo...

Llegó frente a la ventanita. El anochecer azulado y frío se pegaba a los vidrios.Sintió la noche serena y fresca. La noche en el cielo claro y las luces cuadradas de los edificios.En su interior navegaban imágenes tranquilas, frases cuyo sentido no intentaba desentrañar, recuerdos fraccionados y pálidos. Luego, hendiendo suavemente las imágenes interiores, una escena se hizo lugar, sin violencia alguna. La cara de la noche aplastada contra los vidrios, el tinte vago e inexpresivo del cielo y los hilos fríos que se colaban por los costados de la ventana, le trajeron el recuerdo de su última conversación con Lima.

Fragmento de "Tiempo de abrazar" de J.C. Onetti

dorita dijo...

Gracias por recordadr a Onetti con este hermosos fragmento.
Hace algunos años, tuve el privilegio de conocer a un familiar, una mujer muy interesante a la cual yo entonces veía muy mayor--y que seguramente no lo era tanto como ahora lo soy yo--, pero entonces era el tiempo en que las sombras cubrían todavía las parcelas de nuestra juventud que intentábamos desterrar arropándonos con las sábanas de las novelas de grandes autores, algunos de los cuales nos traían la frescura de sus ideas entre las letras que desperdigaban por sus libros más famosos.

Viky dijo...

Me encanta tu blog. Hermosas poesías.
Gracias por compartir-