De un tiempo a esta parte escucho lo mismo a casi todas horas: Los males que nos aquejan, especialmente la Corrupción, son el fruto de no haber hecho bien la transición de la Dictadura a la Democracia, el producto de haber hecho caso omiso a leyes y valores que debían haberse instituído en aquel momento y no se instituyeron porque todos estábamos bajo la presión del miedo. Es posible que sea verdad, que hayamos aplaudido aquel tiempo y aquellos hechos y hasta que algunos lo miren con nostalgia, lo mismo que entonces otros miraban con nostalgia un pasado de sangre y saña.
Lo normal es que los hijos aprendan de sus padres los valores propios de toda persona íntegra, luego, es lógico que estos hijos de los padres de la transición, hayan aprendido las lecciones que les enseñaron, y las pongan en práctica con el mismo celo, ya que lo que se aprende en la niñez queda muy arraigado dentro de cada persona; por eso no es de extrañar que los padres de ahora--Hijos de los padres de antes--, no solo lo hayan aprendido al pie de letra, sino que lo han instituido de tal modo, que a través del terror, incluido en su bagaje intelectual, tiene amarradas las instituciones que a su vez amarran a los ciudadanos haciéndolos víctimas del miedo, del más absoluto miedo y terror que paraliza cualquier intento de movimiento para conducirlo solamente hacia el camino del suicidio; para que el aire,el agua limpia y la justicia--valores que conocen los que se han formado en la democracia-- pretenden destruir a través del miedo. Los que no han tenido que matar al padre para crecer, están libres de culpa y son los llamados a intervenir. Ellos son el futuro, la justicia y la salvación de una sociedad podrida que esparce el tufo de su corrosión por todo el mundo. A muchos de ellos no les interesa Freud, ni matar al padre porque sus mentes están limpias, y solamente se puede limpiar con agua clara y transparente, si limpiamos con el agua de las cloacas todo seguirá igual.
Lo normal es que los hijos aprendan de sus padres los valores propios de toda persona íntegra, luego, es lógico que estos hijos de los padres de la transición, hayan aprendido las lecciones que les enseñaron, y las pongan en práctica con el mismo celo, ya que lo que se aprende en la niñez queda muy arraigado dentro de cada persona; por eso no es de extrañar que los padres de ahora--Hijos de los padres de antes--, no solo lo hayan aprendido al pie de letra, sino que lo han instituido de tal modo, que a través del terror, incluido en su bagaje intelectual, tiene amarradas las instituciones que a su vez amarran a los ciudadanos haciéndolos víctimas del miedo, del más absoluto miedo y terror que paraliza cualquier intento de movimiento para conducirlo solamente hacia el camino del suicidio; para que el aire,el agua limpia y la justicia--valores que conocen los que se han formado en la democracia-- pretenden destruir a través del miedo. Los que no han tenido que matar al padre para crecer, están libres de culpa y son los llamados a intervenir. Ellos son el futuro, la justicia y la salvación de una sociedad podrida que esparce el tufo de su corrosión por todo el mundo. A muchos de ellos no les interesa Freud, ni matar al padre porque sus mentes están limpias, y solamente se puede limpiar con agua clara y transparente, si limpiamos con el agua de las cloacas todo seguirá igual.
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