Oda al perejil
Ora te vistes de verde, ora de seco y dorado.
Eres isleño
como la espuma y el plátano.
Fuiste canto funerario en Cerdeña—en las tumbas de romanos--
Llegaste a nuestra cocina, a colorear los platos,
en un medioevo alterado
Te metiste en todas partes:
salsas
estofados
ensaladas.
Carnes rojas:
Vacas, patos.
Carnes blancas:
Pollos y lechones
Entraste entre los pescados
y adornaste las lubinas
el salmón y el bacalao.
Umbelífera perenne,
vives entre la sombra y al fresco,
entre el jardín de la vida
y la cocina del tiempo.
En potes de barro oscuro
En frascos de verde intenso.
Bailas en las cacerolas
con aceites y pimienta.
Con ajos de aroma intenso
Con vinagre
Con orégano
Con menta y tomillo fresco
Estás en todas las salsas, entrometido y ligero.
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